Cimanoticias- comunicado
Defensoras de Derechos Humanos
19 de enero de 2012. CDHDF
Yunuhen Rangel Medina.
Coordinadora de Redes de periodistas y
Libertad de Expresión.
CIMAC
Buenos días a las y los asistentes, les saludamos desde el país catalogado por los relatores para la libertad de expresión de la ONU y la OEA como el mas violento de América Latina para ejercer el periodismo y el segundo del mundo después de Irak.
Ejercer el periodismo en México se ha convertido en una profesión de alto riesgo que puede potenciarse cuando añadimos la marca de género que reproduce y legitima acciones violentas y discriminatorias en contra de las mujeres en general y de las periodistas en particular en el actual contexto que incluye desde luego la impunidad y la corrupción.
Este riesgo constante vulnera la vida de las mujeres que ejercen en este país la función y el derecho universal de informar pero también el de la sociedad completa de ser informada de un modo veraz, democrático incluyente y profesional que abone al sostén de la democracia y el estado de derecho de un país.
Inhibir el ejercicio periodístico a través de las distintas formas de violencia contra las mujeres, contenidas en instrumentos internacionales y nacionales, representa también un impacto negativo a la democracia participativa de un Estado y un obstáculo a la transparencia de un buen gobierno.
La información es un elemento esencial para la sociedad en cuanto a la participación y la toma de decisiones, en este sentido, el ejercicio periodístico ejercido por las mujeres puede brindar además de una acceso democrático a los espacios públicos, también una visión mas incluyente de la realidad, una visión que incluya el punto de vista de las ellas.
Hoy en Colombia el mundo se sabe de los múltiples actos de violencia cometidos contra el gremio periodístico, sin embargo la avasalladora cifra de hombres víctimas de esta violencia ha dejado del lado las particularidades enfrentadas por las mujeres periodistas que van en aumento por parecer, ante la naturalización de la violencia de género, menos brutales, se trata de una realidad débilmente reconocida y documentada, lo cual constituye en sí mismo un factor de riesgo y vulnerabilidad.
Ante esta situación hoy celebramos la existencia de espacios como este en el que se impulse el conocimiento y visibilización del periodismo desde el punto de vista de la mitad de la humanidad, las mujeres.
El riesgo para las mujeres periodistas no es solo la creciente ola de violencia general y particular contra las y los periodistas sino también la falta de reconocimiento de su condición de género en su labor y la invisibilización, naturalización y reproducción de la violencia contra ellas, en la sociedad, en los medios de comunicación, frente al desinterés del Estado y en algunas de las organizaciones que atienden sus casos, factores fundamentales para la repetición constante de estos actos que además no son denunciados y por ende, no son atendidos de manera integral, permanecen en la impunidad e incrementan la posibilidad de repetición y vulnerabilidad de estas mujeres.
A esto se suma la falta de reconocimiento de esta importante labor en la legislación laboral mexicana en la cual no se reconoce como profesionales a quienes ejercen el periodismo, lo que se traduce en falta de contratos formales, simulación e incumplimiento de normas mínimas de protección y prestaciones por parte de los dueños de los medios de comunicación.
Aún hoy, las mujeres no alcanzan la misma representatividad que los hombres en la toma de decisión en los medios de comunicación, sean impresos, electrónicos o digitales, y el tratamiento que éstos dan de la mujer es aún estereotipada, es decir, que no visibiliza la pluralidad y diversidad de las condiciones históricas y de género de las mujeres.
Ante esta situación CIMAC ha registrado y documentado casos de violencia cometida contra mujeres periodistas para ofrecer un panorama que permita conocer su situación y abone a la mejora de su atención a través de la conceptualización y la visibilización.
En 2010 registramos, acompañamos y documentamos 38 casos de violencia cometida contra periodistas y hasta noviembre de 2011, 33 casos.
Es así como, de enero de2010 adiciembre de 2011, 71 mujeres periodistas fueron violentadas de diferentes formas, 7 de estos casos son feminicidios de los cuales solo dos han sido “esclarecidos” en palabras de las autoridades.
En los 64 restantes, las periodistas han reportado haber sufrido distintos tipos de violencia psicológica, física, económica o patrimonial, sea laboral, institucional y/o comunitaria, la mayoría en manos de agentes estatales (como policía y funcionarios públicos) y en un menor grado del crimen organizado –aunque consideramos que, cuando se trata de este tipo de agresores, la denuncia se complica y prefieren callarla por la absoluta falta de condiciones de seguridad para hacerlo–.
El informe, que como este espacio y diagnóstico, pretende hacer visible la situación que enfrentan las mujeres quienes defienden derechos humanos en nuestro país a través de su labor diaria en los medios de comunicación, será publicado en el mes de mayo e integra casos desde 2002 hasta noviembre de 2011.
Hoy afirmamos como Celia Amorós que conceptualizar es hacer política y nosotras la pretendemos a favor de las mujeres mexicanas, de las periodistas que también son defensoras de derechos humanos, y por ende, de las mujeres en general.
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