Colombia consolidó rumbo hacia la paz
Con la firma en La Habana de un cese del fuego definitivo y la entrega de armas entre el Gobierno y las FARC-EP, con la presencia de los países garantes, los acompañantes e invitados y una invitada de alta talla internacional, Colombia vivió un día de júbilo y abrió una puerta hacia la paz.
“Soñemos, abramos un lugar para la esperanza”, dijo una joven que portaba un cartel que decía: “Terminemos la guerra ¡Construyamos la paz! Mientras unos llegaban otras abrazaban a quienes reconocían en la plaza Jorge Eliécer Gaitán, lugar donde fue asesinado el caudillo en 1948.
Es cierto que hemos asistido a otros procesos de paz, con otras organizaciones y las mismas FARC y, todas finalizaron con un alto costo en vidas, pero amigos, amigas y no tan amigos, para eso es la experiencia, para no repetirla, para incluir aquello y, a aquellos y aquellas, que históricamente no se han tenido en cuenta.
De verdad ¿será que no repetimos? En este gran acto, faltaron las mujeres entre los personajes protagonistas: Presidente Juan Manuel Santos, El Comandante de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverry, Timochenko, el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon y el presidente de Cuba, Raúl Castro. ¿Dónde estaban ellas? ¿Qué pasó con la Subcomisión de Género? El compromiso de la inclusión de las mujeres, de reconocer sus derechos, de insertar, transversalizar, atravesar el enfoque de género, debe ser una realidad que salte del papel. ¡Ah! ¿El protocolo?
No obstante, el entusiasmo fue grande entre risas, aplausos, bombas, carteles y discursos (que no falten). Para Patricia Buriticá, quien fuera directora de Iniciativa Mujeres por la Paz, “es un paso que desde la década de los 90 nos propusimos para que llegara este momento, es un paso importante para una construcción más democrática”.
Y ¿Qué dijeron este 23 de junio de 2016, ciudadanas o quienes ya han recorrido trochas en la guerra y tomado luego la bandera de la paz?
Herminia Rojas, integrante de la Red de Mujeres excombatientes, consideró que “ha sido una lucha larga con muchos intentos para lograr un proceso de paz y significa mucho para las FARC, el Gobierno y el mundo. Es un paso para una vida de paz y democracia, un paso para la sociedad y un paso que nos merecemos los colombianos y las colombianas”.
Es preciso despejar el camino para que la sociedad con su variada suma de organizaciones políticas, sociales, económicas y, religiosas hagan sus aportes y su exigencia en el cumplimiento tanto de lo acordado como de nuevas reivindicaciones que ahonden en la construcción democrática en Colombia; que se abandonen las armas para hacer política desde la ética y la convicción para trabajar por un Estado de derecho.
Ildefonso Henao, ayer guerrillero y hoy analista de seguridad, dijo que la paz “es una realidad que iniciamos hace 25 años. La gente tiene temores, desconfianza. Todos los análisis los ven negativos,pero esto que hoy vivimos es otra realidad. Uno nunca puede prever lo que no conoce y este país no conoce la paz, la conocemos algunos que venimos de la guerra. Lo que se va abrir para el país es una verraquera, es una oportunidad inmensa”.