La seguridad va más allá de las armas y el uso de la fuerza
Mujeres de distintos territorios y experiencias presentaron sus posturas, propuestas y apuestas acerca de la seguridad humana, especialmente dirigida para las mujeres y en contextos de construcción de paz.
Así lo hicieron en el “Foro Internacional Las Mujeres hablamos de seguridad”, que tuvo lugar en Bogotá el 1 y 2 de febrero en una convocatoria del “Colectivo de Pensamiento y Acción Mujeres, Paz y Seguridad”, y que logró congregar en un mismo escenario a colectivos de mujeres, comunidades indígenas, afrocolombianas, LGBTI y representantes de gobiernos extranjeros y de la institucionalidad colombiana encargadas de la coordinación de acciones en la fuerza pública, ministerios, gobernaciones y alcaldías.
Sobre la mesa se instaló la problematización del concepto de seguridad, los retos de aplicarla con un enfoque de derechos humanos, sobre todo en la coyuntura que vive el país y las alternativas que se ofrecen en la sociedad, las instituciones y más concretamente desde las mujeres y sus comunidades de origen.
Como primer desafío se estableció virar el enfoque que entiende la seguridad en asocio al uso de la fuerza y las armas al de la seguridad humana, que comprende aspectos tan amplios como el acceso a recursos, alimentos, salud, cuidado del ambiente y la participación ciudadana.
Así lo entiende la líder de Urabá, Jazmín García, de la Conferencia Nacional de Organizaciones Afrocolombianas cuando explica que esta noción para su territorio es “seguridad económica para las mujeres, empoderamiento que lleve a una seguridad personal, familiar, social; una seguridad desde las comunidades, en la educación, en la salud y en los servicios sanitarios. Una seguridad en la que podamos decir que contamos con energía, con acueducto, con agua potable, con alcantarillado”.
Tanto para ella como para Beatriz Gutiérrez Quintero, integrante de la Corporación Hipatia y de la Red de Defensoras de los Derechos Humanos de las Mujeres en Santander, la seguridad significa “poder estar en esos espacios que históricamente han sido negados a las mujeres”. Y es que la seguridad bajo esta mirada y retomando las palabras de la experta Celia McKeon, “implica la resolución de la inequidad de poder, de riqueza y de consumo” y “pone a la gente en el centro de la formulación de políticas” (Ver Reimagining security TEDxExeter https://www.youtube.com/watch?v=xTBYcSL3MrI)
Sin lugar a dudas, seguridad significa poder estar en espacios libres de violencias. Esto se relaciona con que, “los derechos sean una realidad auténtica, en lo cotidiano, cuando me levanto, cuando camino por la calle, con la posibilidad de hablar, de decidir sobre el propio cuerpo”. Así lo expresó Jazmín Muñoz Cárdenas, integrante del Colectivo Mujeres Paz y Seguridad en el departamento del Cauca, quien agregó que “es poner en el centro la ética de la vida que, como hombres y mujeres, como instituciones y demás, entendamos que todos corresponsablemente garantizamos ese camino para abonar la vida”.
Cuando se habla de la vida se recuerda un desafío adicional que es a su vez una estrategia que tiene que ver con la incidencia al Estado frente al monopolio de las armas legales e ilegales. A las que se accede a través del mercado negro. “Queremos que Colombia ratifique el Tratado de Comercio de Armas de Naciones Unidas para hacer seguimiento a ese control y exigir que no exista tanta facilidad para que cualquier persona acceda a un arma, porque esto genera más violencia contra las mujeres”. Esta propuesta fue realizada por la Directora en Colombia de la Liga de Mujeres por la Paz y la Libertad, Katherine Ronderos, quien recordó que el mayor porcentaje de asesinatos a mujeres en Colombia se registran por arma de fuego. Esto es un 53,29% según el Informe del Instituto Nacional de Medicina Legal del año 2016.
Por su parte, Martha Ordoñez, alta consejera presidencial para la Equidad de la Mujer, resaltó la participación de las mujeres desde los territorios como un aporte valioso para la construcción de paz que se anhela y necesita en Colombia. “Al escucharlas debemos replantear lo que estamos haciendo. Ver si las políticas públicas realmente están funcionando, porque es desde sus regiones donde se evalúa la gestión. Aplaudimos estos espacios y los compartimos por su incidencia”, señaló la funcionaria.
Al unísono las mujeres que participaron en este encuentro plantearon como alternativa seguir fortaleciendo el tejido social, escuchar las iniciativas locales y su concepción de seguridad en torno a la construcción del territorio y de la comunidad. Hacen la invitación al Estado no solo a la garantía de una seguridad en estos términos, sino a la construcción de instituciones distintas que como lo expresó Jazmín Muñoz Cárdenas sean más “auténticamente democráticas”. Así mismo, hicieron el llamado a la sociedad en su conjunto a responsabilizarse de un ejercicio de exigibilidad y sobre todo del compromiso de cuidar la vida.
Colaborador: Gina Rojas