Las canas: ellos son interesantes, ellas viejas
La belleza no es única ni es una sola. El gusto por los encantos de una mujer o un hombre pueden ser tan variados como seres humanos existimos y aunque parece una afirmación simple, permítame decir que “las políticas estéticas” del mercado refuerzan estereotipos y reconducen nuestros gustos.
El refuerzo para que seamos eternamente jóvenes, obliga a que los ojos y el placer por lo hermoso se dirijan a la juventud, pero tampoco a cualquier joven. No no no. Debe estar dentro de los cánones que manda la diosa publicidad.
Si la moda es cabello largo, pues a llevarlo largo, si es corto, que nadie diga lo contrario. Ropa moderna (digo, la que está en las vitrinas), de marca si es posible.
Las gorditas no están de moda, pero una barriguita para ellos la podemos perdonar, y si tienen canas están más atractivos. En cambio ellas… con canas, se verán viejas y “fuera del mercado” como le escuché decir a un cuarentón “progresista”.
Tampoco nos engañemos, las empresas “que todo lo saben” encontraron que los hombres también pueden entrar en la oferta y la demanda de sus productos y obtener como resultado lo que denominaron un “metrosexual”.
Desde luego que la esclavitud de la peluquería el palmares es para las mujeres: lavado, corte, tinte, mechones, ondulado y si hace falta, peinado. Nos quedan las uñas. Y ¿las canas? Como mejor te sientas, pero son un encanto como el que trae cada edad y momento de la vida.